No sabía qué tenía, pero cada 44 días sin verlo se le hacían eternos. Le gustaba más el plan A que el B. Necesitaba esa adrenalina de quien se sabe competente en lo que domina, pero no imaginaba que a veces, y simplemente por no haberlas previsto, las segundas opciones traen sorpresas inesperadas. Rodeada de…Leer más 44 días