Emitimos mensajes. Recibimos mensajes. Nos alegramos e incluso lloramos por mensajes que tan solo imaginamos. La pregunta es: ¿estamos ahí? ¿Sirve de algo invertir tiempo en comunicarnos de manera banal, pudiendo vernos, tocarnos… sentirnos cerca? Quien no sea capaz de responder a eso, seguramente todavía no haya experimentado la sensación de perder una amistad “de…Leer más Escribiendo…