*Crónica del concierto de Jessie J en el Palau de Pedralbes (18/06/15)

En un enclave inmejorable como los jardines del Palau Reial de Pedralbes de Barcelona, el pasado 18 de junio una chica imperfecta, como ella misma se define, demostró que la mayor grandeza que alguien puede tener es la humildad aun sabiendo que lo que hace es, muy posiblemente, de otro mundo.

Sitio inmejorable donde se llevó a cabo lo que acabó siendo un verdadero tesoro que todos y cada uno de los asistentes, sin excepción, guardarán para siempre bajo llave en su retina, su memoria y su corazón. Jessie consigue algo difícil desde que sube por las escaleritas traseras del escenario, cuando todavía está todo oscuro… hacer soñar; y algo más difícil todavía, una vez terminado el concierto: creer.

Dice mucho de ella, nada más empezar, que la canción escogida para el inicio de su concierto sea una que no es ni siquiera single y, por tanto, desconocida para algunos. Pero lo que a priori podría parecer una incongruencia y un riesgo, es en realidad la señal de toda una declaración de intenciones. Es una mujer valiente y con determinación.

Ain’t Been Done, esa canción cuya letra habla de ser capaz de hacer algo que todavía nadie ha hecho, viene perfecta viendo la manera como Jessie modifica la letra para cantar, sin miedo alguno y entonando unas notas que residen en lo más alto de su registro vocal prodigioso: “I’mma sing it like it ain’t been sung”. A partir de ese momento, empieza su espectáculo, en el que sin duda todos y cada uno ocupan un sitio privilegiado.

Después de la primera canción, aquellos que habían ido a Pedralbes “a verlas venir” ya sabían que, en lo que quedaba de concierto, no podrían volver a sentarse. Con Domino tocaba bailar y cantar el estribillo hasta quedarse sin la voz justa para poder seguir haciéndolo durante el resto del show. El de Keep Us Together fue el momento romántico de la noche, donde Jessie animaba a los asistentes a bailar con sus parejas y, quien no la tuviese, a buscar a alguien entre el público con quien sintonizar esos 3 minutos que dura el tema.

Si algo le gusta a Jessie es poder mirar a los espectadores a los ojos si los tiene cerca, y en Pedralbes se daba esa situación debido a la cercanía entre el escenario y las butacas. Tanto es así que vio a Oriol, un fan de 15 años, llorando desconsolado y, después de invitarle a acercarse al escenario y dialogar mutuamente durante unos minutos, se hizo una foto con él mientras el público, emocionado, concluyó el momento con una ovación cerrada.

Después de Nobody’s Perfect, canción de disculpa que Jessie 10 años después sigue cantando a alguien que todavía sus fans desconocen, vino la parte acústica del show con la versión de I Have Nothing de Whitney Houston, después de contar el por qué de ser su inspiración, y Who You Are, la más personal que ha escrito nunca. A día de hoy todavía se sorprende de cómo, una canción compuesta a modo de autoafirmación, pueda ser tan determinante en la vida de tantas personas que así se lo hacen ver a diario.

Con Flashlight, tema principal de la película “Dando la Nota: Aún Más Alto”, el Palau Reial se llenó de luces para continuar después con Sweet Talker. Hubo incluso tiempo de cantar el ‘cumpleaños feliz’ a un par de seguidores allí presentes.

Lo decía claro durante uno de sus momentos de sinceridad en los que habla con el público: “me hayan visto una vez o diez, respeto muchísimo a mis fans y a quien se interesa por mi música, y por eso siempre intento que cada concierto sea único”.

Tan único fue el de Pedralbes que incluso cogió una bandera catalana con dedicatorias de fans que iban destinadas a otro de ellos, para bailar con ella atada al cuello en Burnin’ Up y Do It Like A Dude.

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Sorprendida al escuchar gritos de “¡olé!” cada vez que hacía sus típicos gorgoritos, empezó lo que sería la nota graciosa de la noche. Pidió al público que cada vez que imitase la pose del icono de la mujer flamenca de WhatsApp, gritasen “¡olé!”. Con mucha gracia y desparpajo, Jessie bailaba sin cesar a la par que iluminaba el auditorio con su enorme y blanca sonrisa, la cual hacía sombra a las estrellas esa noche visibles en el cielo de Barcelona.

En otro orden de cosas, no por ser su primer single mundialmente conocido allá por 2011 significa que no guste escuchar Price Tag en directo, y más si se le añade unos detalles rock para terminar haciéndola 100% reggae. Totalmente acertado.

En Masterpiece tocaba ponerse serios y pensar en nuestras metas y en que algún día, con trabajo, se harán realidad. Tan seria y trascendente se puso Jessie que incluso empezó de nuevo la canción porque olvidó la letra.

Con Bang Bang a modo de cierre y con una energía sorprendente después de prácticamente 2 horas de concierto, el público terminó rindiéndose a los pies de la nueva reina de Pedralbes: Jessica Ellen Cornish.

© Natalia F.